Comin' in hot

Voy a empezar a lloriquear, que sé que os encanta...

viernes, 6 de enero de 2012

Not today

Porque te dirán que no vales. Te dirán que no vales continuamente. Que no eres capaz de conseguir lo que quieres. Que simplemente eres uno más en un mundo competitivo, repleto de luchadores que dedican su vida a cumplir objetivos.

Te dirán que los sueños no existen. Ni tampoco el destino. Que las casualidades reinan en un mundo en el que azar y felicidad son sinónimos. Que eres una mierda, o que vas a ser una mierda durante toda tu existencia. Te despreciarán por tu físico, por tu personalidad, por tu falta de personalidad. Buscarán cualquier resquicio para profundizar en tu armadura y harán sangre. Por existir. Por tratar de ser alguien. Por no ser uno más.

Y entonces te diré: ¿merece la pena? ¿merece la pena gritar, llorar, esconderse... huir? ¿merece la pena dejarse dañar por el resto? Creo que la respuesta está bien clara.

Cuando tu rodilla roce la superficie. Cuando tu aliento no te permita ni blasfemar contra el enemigo. Cuando estés a punto de sacar la bandera blanca en señal de rendición...

Piensa que no estás solo. Que por mucha mierda que haya en el planeta Tierra, siempre habrá alguien dispuesto a recogerla y mandarla donde su propio nombre indica. Que la unión de lengua y espalda no provoque en ti una reacción alérgica. La vida no son dos días, pero si puedes matar la envidia en ese período de tiempo.

Siempre hay que luchar por lo que uno cree. Hay que ser uno mismo, sean uno, diez o mil los que pretenden dañar tu coraza. Para algo existe el orgullo, para que nadie se atreva jamás a mirar por encima de tus hombros.



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