Comin' in hot

Voy a empezar a lloriquear, que sé que os encanta...

miércoles, 26 de enero de 2011

Free.

Uno de esos días que te sientes superpoderoso, como si hubiera una especie de pequeño ángel cabroncete de tu parte. Como si ese ángel se aliara con tu instinto y te llevara a hacer cosas increíbles sin miedo a perder nada, porque algo te dice que solo puedes ganar. Como si no tuvieras problemas, ni soluciones, puesto que no hay de lo primero.

Sólo Guinness, Coronita y Lucky de menta. Días para poner un disco de música, cerrar los ojos y dejar la mente vacía, navegando cual iceberg por los polos, formateando el disco duro propio, que está tan quemado que el núcleo de la Tierra tendría problemas para considerarse a sí mismo como "lugar caliente". Días para pillar un buen hobby y aferrarse a él... días para ser simplemente uno mismo. Para darle a los apuntes un buen uso y quemarlos en la chimenea. Para darle un abrazo a tu mejor amigo, un beso a tu novia y la mano a ese que está justo enfrente y no para de mirar como si le importaras.

Premisa 1: Superpoderes
Premisa 2: Tiempo libre en exceso
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Conclusión: Riñón, ponte el cinturón... que vienen curvas.

sábado, 15 de enero de 2011

11

320 GB de memoria llenos... y lo que queda. Ni respirar hondo ni ostias, tengo los pulmones tan negros que si respiro hondo voy a expirar petróleo. Tabaco, estudio, tabaco, estudio, tabaco, estudio...
¿Mi mente? ausente de cordura.
¿Estado actual? Buscando manicomio con vistas al mar...
Que alguien me despierte, ya. O acabaré con todo libro de texto creado por currículums andantes.
Creo que voy a optar por meter la cabeza bajo tierra, las avestruces me entenderán, seguro que me hacen un agujero y todo particular, en el que pueda vivir tranquilo...
Al final me moriré de asco y lloraréis todos... vaya que sí.



MIERDA.

domingo, 2 de enero de 2011

Ameisin

Addagio repentino, encumbra a la cima del centro neurálgico del paraíso. Venas que serpentean con A+ como propulsor del motor con el fin de que lata el protagonista de novelas y cuentos de princesas... y late... Más deprisa. Más aún...

El escalofrío marca la salida de la carrera de hormigas más grande de la historia... ¿Vencedor? El cerebro, claro, que se torna placentero. 


La transpiración fría, quasi gélida marca la rigidez de los músculos oculares, mientras que el estómago reclama un papel principal con un sablazo que se desintegra en pequeños pinchazos contínuos dolorosos, pero a la vez agradables, que empujan a las mejillas hasta que esbozan una sonrisa.

 
Y finalmente, cuando la distancia es mínima, las neuronas se convierten en polvo y , ante la repentina incapacidad de formular palabras, decides sellar tus labios con los suyos, explotando de esta forma la felicidad acumulada.


Es raro pero... me encanta.